Muere un escolta
privado en un tiroteo con agentes de paisano de la Guardia Civil en San
Sebastián
El guardaespaldas de una edil de
Lezo inició los disparos al confundir a los agentes, de paisano y armados, con
terroristas
El escolta privado de una concejal
del PSE-EE ha muerto esta mañana en un tiroteo en San Sebastián en el
que además ha resultado herido de gravedad un guardia civil. El tiroteo
comenzó hacia las 8.30 horas de hoy en el paseo de Larratxo, en el barrio
de Alza de la capital guipuzcoana. El escolta, que acompañaba a la edil que
protegía, confundió a los agentes de la Benemérita, que realizaban una operación
de paisano, con terroristas ya que iban armados, por lo que abrió fuego contra
ellos.
El escolta fallecido es Joseba
Andoni Urdanitz, de 32 años, delegado de la Asociación Española de
Escoltas en Guipúzcoa. En el momento en que se produjo el tiroteo acababa de
salir de desayunar en una cafetería con la concejala socialista del Ayuntamiento
guipuzcoano de Lezo Ainhoa Villanúa, tras recogerla en su casa, a la que
prestaba protección.
Cuando ambos abandonaban el lugar hacia
sus coches para dirigirse al trabajo, el escolta observó la presencia de los
agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que en esos momentos
realizaban una operación de paisano para detener a unos delincuentes, para lo
que contaban con autorización del juzgado de Instrucción número 3 de San
Sebastián.
El escolta disparó contra uno de los
agentes de la Guardia Civil, que recibió un disparo en una pierna
otros dos impactos de bala en el pecho, que quedaron incrustados en su
chaleco antibalas. Entonces los compañeros del agente respondieron a los
disparos del escolta y le abatieron.
El agente de la Guardia Civil herido,
R.G.R., de 29 años, está siendo intervenido quirúrgicamente en
hospital Donostia, de la capital guipuzcoana, donde ingresó en el servicio de
urgencias a las 9.15 horas con una herida de bala con orificio de entrada y
salida en el muslo izquierdo. Su pronóstico es reservado.
La Asociación Española de
Escoltas ha considerado "lógica" la reacción del escolta ya
que, según declaraciones de algunos testigos de los hechos, los agentes de la
Guardia Civil iban con pasamontañas y con sus pistolas en las manos.