El Consejero de
Interior del Gobierno Vasco pretende controlar a los escoltas con la creación de
un fichero con sus datos personales
Los escoltas privados desconfían
de las medidas de seguridad con las que, según Gobierno vasco, estará protegido
el fichero que el consejero de Interior, Javier Balza, quiere crear con datos
proporcionados por los escoltas privados sobre los hábitos y recorridos de las
personas que protegen en el País Vasco.
Javier Balza |
Los guardaespaldas se
quejan de que Javier Balza pretende elaborar un fichero con sus referencias
personales (nombre y domicilio en el caso de los privados, y el número de
identificación si son públicos), intento que ellos rechazan.
La Consejería de Interior
ha establecido que el nivel de seguridad de esta base de datos será alto y que
el fichero dependerá de la Viceconsejería de Seguridad. No obstante, conviene
recordar que el año pasado desapareció de una de las comisarías que la
Ertzaintza tiene en Bilbao un listado correspondiente al censo electoral de este
Cuerpo con las identidades de más de medio millar de agentes, y que muchos datos
relativos a miembros de la Policía autónoma vasca han sido encontrados en poder
de comandos terroristas después de que éstos hayan sido desarticulados. «¿Qué
le importa a Balza saber dónde vivo yo, si ni siquiera se preocupa de si estoy
preparado para trabajar o no?», se cuestiona David Crevillén, director de
comunicación de Asociación Española de Escoltas, ASES. En cualquier caso, el
sector de la seguridad privada afirma que, si se instaura esa medida, «la gente
mentirá» porque teme que ETA intercepte «el papel».
De hecho, los escoltas
sospechan del Gobierno vasco: «¿Quién me garantiza que no hay ningún topo
infiltrado en la Ertaintza? Nadie», sentencia este delegado profesional de
los guardaespaldas.
Uno de los dardos más
punzantes que dirigen contra la Lendakaritza es que la institución «se ha
negado siempre» a amparar cursos de formación para los guardaespaldas pero,
sin embargo, compra con fondos de los ciudadanos «libros a los presos de
ETA». «El Ejecutivo del Partido Nacionalista Vasco hace un uso partidista
y político de este problema. Para las cosas que le convienen se escudan en que
ellos también están amenazados y para las otras se esconden», subraya David
Crevillén. Hace casi dos años que entablamos conversaciones con el Gobierno
vasco para ofrecer cursos a los protectores privados y nunca se nos ha atendido.
Si la situación toma tintes críticos con el Ejecutivo de Ibarreche, con los
dirigentes navarros tampoco mejora. A pesar de que Vicente de la Cruz, el
presidente de esta agrupación de guardaespaldas privados, se ha reunido con UPN,
la formación política que dirige la Comunidad foral de Navarra, el resultado es
el mismo, o sea, ninguno.
Fuente: La Razón
21/11/2003
21/11/2003