jueves, 12 de diciembre de 2013

Comunicación Sectorial | Reflexión ante las publicaciones en prensa sobre la modificación legislativa de Seguridad Privada


La actualización de la Ley de Seguridad Privada ha traído un gran debate a la palestra y con opiniones de todo tipo, algunas muy desafortunadas. Muchas de ellas solo únicamente valoran la pérdida de puestos de trabajo como funcionarios sin entrar a valorar otros aspectos. Otras son extremadamente alarmistas. Pero todas ellas son de una hipocresía tremenda.

Estamos hartos de ver publicadas ciertas opiniones donde se alude a la falta de profesionalidad de los Vigilantes, a su escasa formación y preparación, y, a cuestionar la figura del Vigilante pretendiéndola degradar al escalón más bajo de la Sociedad.
Algunos les gusta identificarnos como los letreros de algunas Obras que decía así “Obra vigilada por …”, que dicho sea de paso funcionaba con una impunidad impresionante.
No hay que matar al mensajero, en este caso el Vigilante de Seguridad, hay que atacar a los culpables de la privatización, no a los trabajadores. NO SOMOS CULPABLES.
Estamos de acuerdo que esto es un riesgo de más privatización y menos servicio público, pero estamos en desacuerdo en que el vigilante no tenga mayor protección jurídica y más capacidad de actuación así como una mayor dignidad y respeto.
En cuanto a la privatización, no veo a nadie defender que todos los Vigilantes sean funcionarios y se elimine la privacidad, como esta pasando en la sede del Parlamento Europeo.
Para que la opinión pública lo tenga claro, hay que decir unas cuantas cosas:
  1. Valemos para jugarnos la vida en las aguas del océano índico defendiendo a los atuneros con armas de guerra, a las que se nos autorizó de forma urgente.
  2. Valemos para dar protección personal a los amenazados por los terroristas (escoltas), aunque la Ley no lo permitía y nadie de los que ahora protestan decían nada.
  3. Valemos para la custodia de los centros de menores e inmigrantes ilegales, pero no podemos hacer la custodia perimetral de las cárceles. Estos servicios de riesgo tampoco se reclaman.
  4. Valemos para custodiar centrales nucleares, bancos, estaciones de energía, repetidores, depósitos de explosivos, custodia y transporte de valores, hospitales de todo tipo, instalaciones militares, comisarías de policía, respuestas de alarmas, campos de futbol, etc., pero no valemos para patrullar una calle comercial.
  5. Recibimos formación inicial y permanente de por vida, pero no estamos formados.
  6. Realizamos ejercicios de tiro cada semestre y si no aprobamos nos retiran la licencia de armas, cosa que no les pasa a otros.
  7. Y casi siempre estamos solos y con pocos medios en grandes fábricas, almacenes y empresas que custodiamos, cosa impensable en la policía. Nadie dice que eso no puede ser así, parece que para eso sí valemos.
  8. No tenemos segunda actividad, ni jubilaciones anticipadas.
http://www.fesugt.es/documentos/pdf/seguridad/noticias/20131212_reflexion.pdf