Trabajar el turno de noche provoca daños severos en la salud, de acuerdo con investigadores del Centro de Investigación del Sueño en Surrey, Reino Unido.
La interrupción del horario natural del cuerpo provoca cambios a nivel molecular, incrementando el riesgo de desarrollar diabetes tipo II, enfermedades cardiacas y cáncer.
El cuerpo humano sigue su propio ritmo circadiano y está programado para estar activo durante el día y descansar durante la noche. Cuando se invierte el horario natural, el cuerpo sufre severas consecuencias, desde alteraciones en los niveles hormonales y la temperatura corporal hasta cambios en las habilidades atléticas, el estado emocional y el desempeño mental.
Durante el estudio, publicado Proceedings of the National Academy of Sciences, se monitoreó la salud de 22 personas durante el tránsito de un turno de trabajo diurno a uno nocturno. Pruebas de sangre mostraron que el 6% de los genes están coordinados para estar activos al mismo tiempo durante el día. Una vez que los voluntarios empezaban a trabajar durante la noche, se perdía ese ajuste genético.
Más del 97% de los genes rítmicos eventualmente perdieron sincronía cuando se alteraron los patrones de sueño.
De acuerdo con el profesor Derek-Jan Dijk, quien estuvo involucrado en la investigación, cada órgano del cuerpo tiene su propio ritmo natural, cuando se interfiere con el ciclo circadiano, el corazón, los riñones, los pulmones, etc. funcionan a destiempo con respecto al cerebro.
Si los turnos de noche se mantienen durante varios años, los cambios provocados en los patrones rítmicos de la expresión genética provocan serias y permanentes consecuencias a la salud.
El ser humano no es un organismo nocturno y no se le puede forzar a serlo.
Fuente de Muy Interesante