“Yo cruzaba cadáveres de mujeres y niños que habían sido muertos, según huían del pueblo, por las bombas y las ametralladoras de los aviones. ‘Ayes’ de moribundos y agonizantes destrozaban mis oídos. Nunca podré olvidar aquel cuadro trágico en el que una mujer llevaba entre sus brazos a un niñito y lo estrechaba contra su pecho. El niño gritaba: Amatxo, hiltzera noa (Amatxo, voy a morir), y la madre envolviendo a su hijito con los cabellos desgreñados, mientras corría inconscientemente, al azar, le respondía: Ez beldurtu ume; biak hilko gara (No te asustes, hijo, moriremos los dos). Apenas había terminado de hablar la madre, un avión, descendiendo a veinte metros, los ametralló y mató”. Este es solo uno de los testimonios que el 26 de abril de 1937 sobrevivió al bombardeo de Gernika. Xabier Irujo, director del Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada, desmonta las mentiras sobre el indiscriminado ataque en su libro Gernika (CRITICA).
http://www.lavanguardia.com/cultura/20170426/422014207076/mentiras-gernika-bombardeo.html