martes, 23 de abril de 2002

Empresas y sindicatos de escoltas privados en el

Empresas y sindicatos de escoltas privados en el
País Vasco exigen mayores medidas de seguridad

Los escoltas de la Policía Nacional, por su parte, denuncian la carencia de recursos para desempeñar con eficacia su trabajo


La Asociación de Escoltas Privados, los sindicatos UGT, CC OO y LSB-USO, y las empresas de seguridad privada que prestan sus servicios en el País Vasco y Navarra acordaron ayer la adopción de medidas para mejorar la seguridad de las personas a las que protegen. Así, las partes reunidas decidieron presionar tanto al Ministerio como al Departamento vasco de Interior para doblar los servicios de protección a las personas amenazas por el entorno terrorista de ETA.

Básicamente, piden una mejora de sus condiciones laborales, entre las que contemplan la seguridad de los ediles que protegen. Así, las partes reunidas ayer intentan buscar soluciones a la "situación caótica" en la que desempeñan una labor tan sensible como es proteger la vida de una persona.

Todos coincidieron en la necesidad de "doblar los servicios", de manera que cada protegido cuente con dos escoltas privados y no, como ocurre en la actualidad, con sólo uno. Asimismo, reclamaron descanso sin reducción de salario, el incremento de los medios materiales (principalmente, disponer de inhibidores de frecuencias) y mejoras en la formación (en este sentido, reconocen que su nivel está por debajo del requerido, sobre todo en las últimas promociones, como consecuencia de la fuerte demanda).

Tanto las empresas como los representantes de los escoltas privados -que renunciaron impulsar una huelga para apoyar sus reivindicaciones- se pusieron de acuerdo para pedir por carta a los representantes del Ministerio y del Departamento vasco de Interior sendos encuentros con el fin de transmitirles sus peticiones. Si no se obtiene respuesta de estas partes a la hora de mantener reuniones, la mesa volverá a reunirse a un plazo de quince días para plantearse otras medidas.

Escoltas nacionales

Por su parte, los escoltas del Cuerpo Nacional de Policía destinados en Euskadi también se han quejado de la falta de recursos tanto técnicos como humanos necesarios para desempeñar con eficacia su trabajo.

En este sentido, los agentes destacan la falta de vehículos blindados y las características de los inhibidores de frecuencia personales, que les convierten en obsoletos. Además, algunos sectores han reconocido envidiar a los efectivos de la Ertzaintza, que reciben subvenciones del Gobierno regional para comprar chalecos antibalas.

Entre las carencias, el colectivo está molesto por la falta de efectivos. Una situación agravada por el hecho de que un tercio de la plantilla del Cuerpo destinada en el País Vasco o en Navarra está permanentemente de vacaciones. Esto es así porque ambas comunidades están consideradas "zona de especial conflictividad", por lo que los agentes que allí trabajan disponen de un mes extra de vacaciones.

Esta falta de personal origina, por un lado, que, "salvo raras excepciones", no se puedan nombrar equipos de contravigilancia o de apoyo a otros binomios ante circunstancias especiales; y, por otro, que sea complicado hacer cuadrantes de servicios, obligando a algunos agentes a doblar su jornada (se da el caso de que en un solo día se hagan turno de 16 a 18 horas). Y todo ello sin recibir ninguna compensación económica.

Los escoltas de la Policía Nacional también se quejan de que muchos de los protegidos no contribuyen a facilitar su trabajo, al no respetar las recomendaciones y hacer de la rutina la mejor de las armas de los terroristas. Además, reconocen que el problema de dinero relativo a las comidas (si el protegido come en un restaurante por más de 12 euros, a veces los agentes deben comer en otro para "ajustarse a los precios) provoca una situación delicada porque, en ocasiones, el escoltado llega a estar sin protección.

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