Empresas y sindicatos
de escoltas privados en el
País Vasco exigen mayores medidas de seguridad
País Vasco exigen mayores medidas de seguridad
Los escoltas de la Policía
Nacional, por su parte, denuncian la carencia de recursos para desempeñar con
eficacia su trabajo
La Asociación de
Escoltas Privados, los sindicatos UGT, CC OO y LSB-USO, y las
empresas de seguridad privada que prestan sus servicios en el País
Vasco y Navarra acordaron ayer la adopción de medidas para mejorar la
seguridad de las personas a las que protegen. Así, las partes reunidas
decidieron presionar tanto al Ministerio como al Departamento vasco de Interior
para doblar los servicios de protección a las personas amenazas por el
entorno terrorista de ETA.
Básicamente, piden una mejora de sus
condiciones laborales, entre las que contemplan la seguridad de los
ediles que protegen. Así, las partes reunidas ayer intentan buscar
soluciones a la "situación caótica" en la que desempeñan una labor tan sensible
como es proteger la vida de una persona.
Todos coincidieron en la necesidad
de "doblar los servicios", de manera que cada protegido cuente con dos
escoltas privados y no, como ocurre en la actualidad, con sólo uno.
Asimismo, reclamaron descanso sin reducción de salario, el incremento
de los medios materiales (principalmente, disponer de inhibidores de
frecuencias) y mejoras en la formación (en este sentido, reconocen
que su nivel está por debajo del requerido, sobre todo en las últimas
promociones, como consecuencia de la fuerte demanda).
Tanto las empresas como los
representantes de los escoltas privados -que renunciaron impulsar una
huelga para apoyar sus reivindicaciones- se pusieron de acuerdo para pedir
por carta a los representantes del Ministerio y del Departamento vasco de
Interior sendos encuentros con el fin de transmitirles sus
peticiones. Si no se obtiene respuesta de estas partes a la hora de mantener
reuniones, la mesa volverá a reunirse a un plazo de quince días para plantearse
otras medidas.
Escoltas nacionales
Por su parte, los escoltas del
Cuerpo Nacional de Policía destinados en Euskadi también se han quejado de
la falta de recursos tanto técnicos como humanos necesarios para
desempeñar con eficacia su trabajo.
En este sentido, los agentes destacan
la falta de vehículos blindados y las características de los
inhibidores de frecuencia personales, que les convierten en
obsoletos. Además, algunos sectores han reconocido envidiar a los
efectivos de la Ertzaintza, que reciben subvenciones del Gobierno
regional para comprar chalecos antibalas.
Entre las carencias, el colectivo está
molesto por la falta de efectivos. Una situación agravada por el hecho de
que un tercio de la plantilla del Cuerpo destinada en el País Vasco o
en Navarra está permanentemente de vacaciones. Esto es así porque
ambas comunidades están consideradas "zona de especial conflictividad",
por lo que los agentes que allí trabajan disponen de un mes extra de
vacaciones.
Esta falta de personal origina, por un
lado, que, "salvo raras excepciones", no se puedan nombrar equipos de
contravigilancia o de apoyo a otros binomios ante circunstancias especiales;
y, por otro, que sea complicado hacer cuadrantes de servicios, obligando
a algunos agentes a doblar su jornada (se da el caso de que en un solo
día se hagan turno de 16 a 18 horas). Y todo ello sin recibir ninguna
compensación económica.
Los escoltas de la Policía Nacional
también se quejan de que muchos de los protegidos no contribuyen a facilitar
su trabajo, al no respetar las recomendaciones y hacer de la rutina la mejor
de las armas de los terroristas. Además, reconocen que el problema de dinero
relativo a las comidas (si el protegido come en un restaurante por más de 12
euros, a veces los agentes deben comer en otro para "ajustarse a los precios)
provoca una situación delicada porque, en ocasiones, el escoltado llega a
estar sin protección.
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