Tras varios intentos fallidos, el Gobierno ha adjudicado los servicios de vigilancia, alarmas y seguridad de todas las instalaciones del Ministerio de Defensa a una empresa que está acusada por la Agencia Tributaria de un fraude fiscal por pagar en B conceptos retributivos fuera de la nómina oficial. El beneficiario es Seguridad Integral Canaria, empresa propiedad del empresario Miguel Ángel Ramírez, que fue indultado el pasado año por el Gobierno de Mariano Rajoy después de cometer un delito urbanístico.
Según
el acuerdo de la Junta de Contratación, la compañía de Ramírez ganó el
contrato para dar servicios de seguridad y control a todos los edificios
del Ministerio de Defensa y sus organismos autónomos después de
realizar un concurso público que se ha alargado durante nueve meses.
Tras solicitar varias ofertas, finalmente la Junta resolvió la
adjudicación mediante una subasta electrónica en la que
factor principal para ganar la puja era el precio ofertado por las
empresas. Es decir, el coste por empleado por hora trabajada.
Seguridad Integral Canaria se impuso en la subasta al obtener la mayor puntuación -95,37-, como informó 'Elboenuestrodecadadía', batiendo a competidores como Eulen, Securitas, Segur Ibérica, Alentis, Secoex y Clece, la filial de ACS.
La compañía con origen en las islas afortunadas ofreció 13,70 euros por
hora para los vigilantes de seguridad y Proman Servicios Generales, la
que ganó el segundo lote, 5,49 euros para los auxiliares de servicios,
por lo que el salario que cobrarían los empleados sería sensiblemente
inferior. Se estima que en el segundo caso apenas superará los 3 euros
por hora trabajada. La mayoría de los interesados se quedó muy lejos de
estos ratios.
Ramírez se hizo con el Lote 1 del concurso que asciende a 31,87 millones de euros por dos años, mientras que Proman Servicios Generales
ganó el Lote 2, valorado en 11,12 millones por 24 meses. En total,
ambas compañías pagaron 43 millones, por un contrato que estaba valorado
inicialmente en 72,57 millones, según el pliego de contratación del
Ministerio de Defensa.
Fuentes próximas al Gobierno han indicado
que el método de adjudicación fue totalmente transparente y que el
criterio principal era el económico para ahorrar dinero a los
contribuyentes. Pero lo cierto es que, según la Agencia Tributaria,
Seguridad Integral Canaria le hace un flaco favor a las arcas del Estado
porque Hacienda la ha acusado de defraudar 2,3 millones
entre 2008 y 2009 "al pagar fuera de nómina conceptos salariales no
exentos que luego fueron incluidos en el certificado de retenciones como
dietas".
Horas extras no declaradas
Así
consta en el informe que la Agencia Tributaria remitió este año a la
Fiscalía de Delitos Económicos, tras una denuncia de la Federación de
Trabajadores de Seguridad Privada del sindicato USO. El documento
subraya que el delito habría consistido en "evitar practicar retención
sobre retribuciones satisfechas a trabajadores de Seguridad Integral,
mediante el subterfugio de calificarlas como exentas de gravamen".
Ramírez, presidente también de la Unión Deportiva Las Palmas, club
histórico ahora en Segunda División, siempre ha negado estos cargos. No
obstante, el auditor del grupo le puso una salvedad en sus cuentas al no
tener provisionada esta posible sanción.
Según consta en el
texto, Seguridad Integral Canaria, que desde el pasado mes de agosto
asume también la vigilancia de tres zonas de la red de Metro de Madrid, así como varios contratos de seguridad para Patrimonio del Estado,
"no sólo eludió su obligación de practicar retención sobre gran parte
de los salarios satisfechos a sus trabajadores, sino que dichas rentas
quedaron libres de tributación ya que tampoco se incluyeron por los
trabajadores en sus declaraciones de IRPF".