UGT denuncia la difícil situación que están atravesando 11
trabajadores de Segur Ibérica que prestan sus servicios en la Tesorería
General de la Seguridad Social de Donostia, que llevan desde el mes de
noviembre sin cobrar sus salarios y la paga extraordinaria. Un panorama
que podría dilatarse en el tiempo, según responsables de UGT, dado que a
finales de noviembre Segur Ibérica anunciaba a sus trabajadores, cerca
de 4.000 en todo el estado, su intención de solicitar un concurso
voluntario de acreedores, junto con un ERE de extinción de empleo de
toda la plantilla.
Ante esta situación el sindicato solicita de nuevo la colaboración de
la Tesorería General de la Seguridad Social de Donostia, cliente de
Segur Ibérica, para la búsqueda urgente de soluciones de los
trabajadores que prestan servicios en sus instalaciones.
El responsable de seguridad privada de UGT en Euskadi, Isidro Campo,
denuncia que el impago está provocando a las familias de los vigilantes
serias dificultades para cubrir sus necesidades básicas, lo que
especialmente en estas fechas supone una situación indignante y
profundamente injusta.
Precisamente por ello Isidro Campo, lamenta que a pesar de haber
expuesto ya esta problemática a la Tesorería General de la Seguridad
Social de Donostia, no haya habido ningún tipo de compromiso, de
momento, por parte de esta Administración.
Para el responsable de UGT este tipo de situaciones a menudo son
evitables, ya que cuando se realizan los procesos de adjudicación de
servicios, resulta imprescindible que las Administraciones además de
primar el factor económico, tengan en cuenta que el presupuesto
destinado a las empresas contratadas por el erario público sea
suficiente para respetar las condiciones laborales de los trabajadores.
Isidro Campo recuerda que a veces las empresas para poder adecuar el
presupuesto a las exiguas ofertas presentadas acaban realizando impagos a
las plantillas o a otros proveedores, lo que finalmente puede suponer
un proceso largo de concurso de acreedores, en el que los trabajadores
padecen un auténtico calvario.