Las armadoras vascas que faenan en el Índico mantendrán la seguridad privada contra la piratería, pese a la decisión del Gobierno español de retirar las ayudas que hasta el momento ofrecían a las empresas para sufragar el servicio. «Asumiremos los gastos como sea porque para nosotros es primordial llevar vigilantes a bordo», aseguraron desde el sector.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente justificó el fin de sus aportaciones, que ascendían al 25% del coste total -2 millones de euros anuales-, debido a la crisis. Las administraciones autonómicas -Galicia y País Vasco- asumen otro 25% del pago de los agentes, mientras que el 50% restante recae directamente sobre los armadores de los buques.
El secretario general de Pesca, Carlos Domínguez, se comprometió a realizar gestiones para que Defensa se hiciera cargo de la parte correspondiente al Ejecutivo central, pero la propuesta no ha prosperado. El titular de Pesca planteó, asimismo, la posibilidad de embarcar militares en los atuneros y retomar así la petición inicial que realizaron las propias empresas al Gobierno Zapatero, sobre todo tras el secuestro del 'Alakrana', en octubre de 2009.
La medida supondría, no obstante, realizar modificaciones legales por lo que Defensa ha vuelto a denegar la opción de embarcar infantes de Marina. En la actualidad 23 buques, la práctica totalidad de armadoras vascas, faenan en las consideradas como las más aguas más peligrosas del mundo.