Ocurrió a medianoche. La empresa Segur Ibérica suspendió el servicio de vigilancia de las instalaciones de la fábrica de armas. Lo hizo, según indicaron fuentes de la misma, por la deuda acumulada por la concesionaria de la fábrica, la empresa Hércules de Armamento. El impago vendría produciéndose desde el pasado mes de marzo y la cuantía del mismo rondaría el medio millón de euros. «Esto se queda sin seguridad», afirmaban algunos de los 15 trabajadores que hasta el momento venían prestando sus servicios en estas dependencias.